Zamora se pone en la piel de una persona con demencia estimulando sus sentidos
Cuando oímos las palabras demencia o alzhéimer parece que solo se nos viene a la cabeza “deterioro” o “falta de memoria”. “Es cierto que existe deterioro, pero no solo de la memoria”, explica Laura Manteca, psicóloga de AFA Zamora. “La atención y la percepción son dos capacidades que también se ven afectadas en este tipo de enfermedades, y son la puerta de acceso a que la información llegue a ellos para que luego la puedan recordar”.
Es algo que no es fácil de entender si no estás familiarizado con la enfermedad, por lo que este año, con motivo del Día Mundial, la Asociación de Alzheimer ha querido invitar a los viandantes a realizar distintas pruebas relacionadas con el tacto, la vista, el olfato y el oído.
Y ¿qué mejor manera de comprenderlo que poniéndose uno mismo en el lugar de un afectado? Con esta idea, el pasado 20 de septiembre AFA Zamora desarrolló en la capital un circuito sensorial con pruebas reales como las que su equipo utiliza para trabajar la estimulación cognitiva en sus centros. Y, de la misma manera, repitieron el acto el día 27 en la ciudad de Toro.
Así, decenas de ciudadanos fueron conscientes de que nuestros sentidos pueden jugarnos malas pasadas. “Hemos querido que se dieran cuenta de cómo a veces no somos capaces de identificar un sonido o una textura, o lo identificamos de manera distinta a otra persona, y eso nos lleva a debates e incluso discusiones; si a esto le sumas una demencia, es cuando la gente acaba teniendo conflictos con ellos, no entendiéndoles e intentando hacer que razonen, y no lo van a conseguir”.
Con este tipo de actividades, desde la Asociación continúan rompiendo mitos, tabúes y estereotipos que están muy asociados a este tipo de enfermedades. “Cada vez la gente participa más, se acercan porque lo ven colorido, llamativo, y la curiosidad sin querer invita a preguntar: ¿qué estáis haciendo aquí?” Aún más importante, “se dan cuenta de que el enfermo sigue siendo él mismo, con su nombre, sus apellidos, sus experiencias vitales, sus gustos, sus preferencias…”, incide Laura M., “simplemente tienen dificultades, y hay que adaptarse un poco para poder llegar a ellos”.